POR KEKO OCHOA
La nueva Kawasaki Versys 1000 viene dispuesta a llevarte donde tú quieras. No importa lo corto o largo que sea el trayecto, a dúo o en solitario, con o sin equipaje. Las distintas versiones de la Versys se adaptan a tus necesidades para que disfrutes al máximo del recorrido hacia tu destino.
Desde que la primera Versys 1000 saliese al mercado en 2012 la evolución ha sido más que notable. Ya en el 2015 tuvo lugar un cambio estético importante, pero es sobre todo en este último modelo 2019, que hemos tenido la suerte de probar para vosotros, donde se aprecia una notable mejoría en todos los aspectos. A nivel estético los cambios introducidos no son nada drásticos, y es que la diseñadora Jiwon Seo se ha centrado en hacer una moto más cómoda y emocional, sin querer romper la línea Versys seguida hasta ahora por la fábrica, pero sí ha dado un nuevo toque más agresivo a sus líneas acercándola en cierta manera a la hiper-touring H2 SX con esa nueva “nariz” que nos recuerda tanto a la bestia.

El motor es el conocido cuatro cilindros en línea de 1043 cc que rinde 120 CV a 9.000 rpm, con un nuevo acelerador y mariposas de inyección electrónicos que proporcionan una mejor y más suave respuesta en bajos y medios. Este nuevo acelerador ha permitido dotar a esta Versys del control de velocidad electrónico que se acciona de modo sencillo pulsando solamente un botón y que tanto se agradece cuando se trata de cubrir largas distancias. La potencia ahora es más dosificable, pero los 120 CV siguen estando ahí y para que no se nos desboquen contamos con un mejorado sistema de control de tracción ajustable en tres niveles (KRTC) que trabaja de forma incesante suministrando la potencia justa en cada momento para que avancemos sin perder adherencia en la rueda trasera. Además contamos también con cuatro distintos modos de conducción que podemos seleccionar en marcha sobre la moto según nuestro estado de ánimo o del asfalto: Sport, Road, Rain y Rider, este último configurable. En cuanto al apartado frenos, ahora la Versys monta las mismas pinzas radiales de la Z 1000 que muerden unos discos lobulados de 310 mm, con una frenada potente y dosificable apoyada por un ABS de última generación.

VERSYS Y VERSYS SE
La nueva Versys está disponible en dos versiones: la normal y la SE, Special Edition. Y dentro de cada versión, existen tres niveles de equipamiento: Tourer, Tourer Plus y Grand Tourer, siendo esta última la más completa de la gama. La diferencia de precio es notable, pues la normal cuesta 14.299€ por 17.699€ de la SE. 3.400 euros pueden parecer muchos euros, pero después de que os cuente las diferencias podréis que valorar si merecen la pena o no. Comenzamos por las suspensiones; la versión normal monta una horquilla Kayaba de 43 mm y un mono amortiguador trasero, ambos con ajuste manual de precarga y extensión, mientras que la SE viene dotada del sistema KECS, en donde tanto la horquilla Showa como el mono amortiguador se ajustan electrónicamente cada 10 milisegundos, vinculados a los modos de conducción y demás ayudas electrónicas, como el KCMF (Kawasaki Cornering Management Function), un sistema de ayuda que combina el control de tracción, el anti-wheelie y la estabilidad de la moto para una mayor eficiencia y seguridad a la hora de trazar curvas. La precarga del amortiguador trasero también se ajusta electrónicamente y solo tendremos que seleccionar el icono en la pantalla TFT de una persona, dos, o las maletas, para que la suspensión se adapte en consecuencia. La verdad es que se trata de un sofisticado sistema que realmente funciona y que se nota más cuanto más le exigimos a la moto. Otra diferencia significativa de la SE es el cuadro de mandos, igual que el que monta la H2 SX y que incorpora una pantalla TFT a color complementada por un cuenta-revoluciones de apariencia analógico con multitud de información: modo de conducción, marcha engranada, temperatura exterior, consumos, parciales, autonomía, nivel de combustible, ángulo de inclinación y por supuesto, velocidad.

Los últimos gadgets de los que dispone la versión SE y que no se pueden añadir como extra a la normal son: el sistema de alumbrado en curva, también heredado de la H2 SX, en el que se van encendiendo focos led a medida que la moto se inclina trazando una curva; la pintura de alta durabilidad que después de sufrir un arañazo recupera el aspecto original; y el pack de conectividad con el que puedes vincular tu teléfono a la moto, no solo para intercambiar información, sino que también puedes configurar la moto a tu gusto con el móvil y una vez enciendes la moto, ésta ajusta los parámetros a como tú los has configurado en el móvil. Hasta aquí lo que tienes en la SE y que no puedes añadir ni siquiera como opción si compras la versión normal. Pero aún hay más. De serie la SE también incorpora el KQS (Kawasaki Quick Shifter), un sistema de cambio que te permite subir y bajar de marchas sin tocar el embrague, al que es realmente fácil y adictivo acostumbrarse y que sí puedes poner como extra en la versión normal. Como últimas opciones que sí vienen de serie en la SE son la pantalla regulable manualmente en altura, los puños calefactables y los cubre-manetas.