Compré mi preciada Ninja nueva en el 2005, la utilizaba para todo. Desde rutas y viajes, hasta para ir a comprar el pan. Ha recorrido España, Portugal, y Francia. Hemos disfrutado juntos de increíbles y largas rutas por el Pirineo aragonés, francés, y catalán. Han sido kilómetros y kilómetros en su compañía.
Con ella he disfrutado y aprendido, con las inevitables consecuencias de todo motero, las caídas, que son el pan de cada día. He tenido 2 golpes con ella, en el primero acabó debajo de un coche y se dañó todo el frontal; como soy mecánico y poseo un taller, la reparé yo mismo. En el segundo de los golpes, ocasionado por otro vehículo que se saltó un ceda el paso en una rotonda, se le dobló y partió el chasis. Una vez más lo reparé yo mismo, y ahí sigue ella, como el primer día, perfecta hasta hoy mismo.
En cuanto a averías, no me ha dado casi la lata, poco más que lo normal que deviene del uso, un alternador y una válvula a sus 210.000 kilómetros. El resto han sido revisiones cada 6.000 kilómetros y su debido mantenimiento. Actualmente, mi Ninja tiene ya 300.000 kilómetros y no he tenido ni un solo problema con ella.
Por Joaquín Eusebio (Propietario)